Suelta entre los grillos.

 Luna llena, solsticio de verano. Dos plenitudes cruzadas en una noche. Plenilunio y "plenijunio". Dicen que hace 68 años que no ocurre: eso significa que es mi primera vez, y la última. El ciclo lunar y el ciclo solar se han mirado frente a frente en este anochecer, y se han acoplado. Ha sido esconderse el sol por poniente, a horas tan retrasadas, y asomar la luna por levante, como si fuera otro sol: enorme, redonda, pregonera de un verano intacto que ya está aquí.
Dicen que hay esquinas del tiempo y momentos en los que todo es verdad. No lo sé. Lo que sí creo es que parece como si todo el año volcase hacia esta noche corta. Es noche de que los demás se duerman y tú te quedes vigilando en la terraza, por si acaso alguna verdad queda suelta entre los grillos.

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