La gran órbita.

Dentro de 5.000 millones de años no habrá años. La Tierra estará engullida por el Sol, según nos recuerda hoy un reportaje científico. El Sol será una gigante roja que fundirá todo su entorno planetario e irá apagándose hacia un invierno que tampoco será eterno: quién sabe si, todo junto, vagará hacia alguna otra galaxia y se convertirá en planeta, o si acabará en polvo cósmico, en asteroides diseminados, en estrella por fin fugaz. Quién sabe si la Tierra es un planeta resultante de los restos de antiguos soles, planetas y satélites llenos de azares. Dentro de 10.000 millones de años (por poner ceros que no quede) el universo será distinto, pero todo parece apuntar que seguirá habiendo materia y energía en combinaciones perpetuas y cíclicas. Si por azar, o acaso por la necesidad de la partícula de Dios de darle sentido a tanta creación que algún día debió provocar, aparece en un planeta todavía inimaginable  un micoorganismo, nacen vegetales y se organiza un nuevo ciclo evolutivo de entidades que nacen, crecen, se reproducen y mueren, y si alguna de esas entidades llega a tener conciencia de que pertenece a un universo infinito, entonces quizás en algún momento (no se llamará mañana o tarde, aunque casi seguro que habrá luces y sombras) alguien llegue a pensar que hace miles de millones de años hubo alguien que pensó esa posibilidad.
Desde aquí le mando un saludo, que quedará exterminado mucho antes de que la materia cósmica se reorganice en nuevas etapas, a menos que Dios sirva de enlace entre universos extemporáneos. Desde aquí también mando un saludo a quien, hace acaso un billón de años, llegó a pensar que pese a todas las apariencias no estaba solo, con su especie, en el tiempo infinito. Quién sabe. Tanta curiosidad por el futuro de nuestro pequeño momento cósmico me ha hecho pensar en el gigantesco pasado que nos precede. Quién sabe si alguna vez, por la circularidad de las órbitas, el más remoto futuro alcance al primer pasado. Es la única esperanza, pero sería temerario no tenerla.

1 Respuesta

  1. Te veo trascendental.
    ¿O has ido al cine a ver Melancholía?

    Aprovecho para que pases una Feliz navidad, de corazón.

    besos.

Deja tu comentario

Los comentarios dan vida al texto y lo pone en movimiento.