El huevo

El juego consiste en golpear repetidamente la pantalla del iPod o del teléfono, donde hay un huevo. Cuando se haya golpeado un millón de veces (en la pantalla aparece un número que te indica el número de golpes que te faltan para llegar al millón), al parecer el huevo se abre. 
Mi hijo lleva ya más de 50.000 golpes en varios días. No crean que va muy retrasado. No crean que es fácil hacer 10.000 toques en una tarde. La cifra va decreciendo con lentitud exasperante. Si sigue al ritmo de esta primera semana (aunque no es fácil, porque seguramente el entusiasmo irá decreciendo) tardará 20 semanas, casi cinco meses hasta ver el huevo cascarse. Pero cinco meses dándole a cada rato al dedo. Todo un reto.
Es posible que pronto, en una reunión, veas a alguien dándole al dedo. Que en el cine, junto al crepitar de las bolsas de palomitas, oigas un sordo rumor como de goteo. Que la productividad de las empresas baje y los fisioterapeutas se topen con una nueva modalidad de tendinitis. Que en el debate sobre el estado de la nación, allá por febrero, los diputados pasen de pulsar el botón de voto por estar más implicados en la apertura del huevo. El juego se está expandiendo de manera espectacular, aunque todavía no hay registrado un record Guiness sobre el tiempo empleado en el millón de toques.
Imagínense que fuera un castigo: ¡tienes que darle un millón de veces al huevo, hasta que se rompa!
Pero no es un castigo, sino un reto. Alguien ha decidido demostrar al mundo que la estupidez no es privilegio de unos pocos, y que con una aplicación descargable en móviles puede llegar donde quiera.
He buscado en internet y ya me he enterado de que cuando el huevo se casca no pasa nada: aparece otro huevo. Siento haber contado el final a quien llevase la novela por la mitad...

2 Respuestas

  1. Que no se entere mi hija de que existe eso, que es muy cabezona.

    bss

  2. Es curioso lo de ese huevo del que yo no sabía. A veces mi tecleado en el ordenador se me antoja lo mismo de inservible. Lo que es peor, mi familia lo ve igual de pérdida de tiempo. Solo espero que ese tiempo de tecleo sobre una pantalla, cuando imprime pensamientos y sentimientos en palabras, no sea en verdad tan tiempo perdido. La de horas que le dedico creo que ni en toques se podrían contar.

    Es curioso como con una sola aplicación más ambiciosa podría paralizar el mundo. Inquieta pensarlo.
    Saludos

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