Cruce de caminos.

En la estación de Santa Ana/Antequera no sólo hay vías de tren: por aquí deben pasar también autopistas aéreas señalizadas con signos que no sabemos ver. No sólo vuelan trenes, sino también aves. El tren/autobús procedente de Granada (porque los trenes de Granada, desde hace dos años, van por carretera, tienen ruedas con neumáticos, volante, y toda la apariencia de un autobús) me ha dejado aquí con media hora de adelanto antes del enlace. He salido fuera, al andén, a tomar el aire. El entorno es de cielo con nubes plateadas, luna llena, últimas franjas de luz crepuscular, olivos y montañas al fondo. Es el primer atardecer de marzo. Qué nombre más bonito para un mes: “marzo”. Marzo siempre es joven, febrero es siempre viejo, ¿no lo han pensado nunca? Inacabables bandadas de aves cruzan, en vuelo irregular y divertido, las vías del AVE. Aves grises, pardas, blancas, más grandes, más pequeñas: de niño los llamaba pájaros, porque tenían pico, alas y volaban por el cielo; pero ahora que ya sé distinguir, y que he aprendido a llamar "tren" a lo que juraría que es un autobús, ya sé que pueden ser patos, alondras u otras especies de ave de tamaño medio, aunque parezcan pájaros. No es una procesión, más bien una cabalgata, porque los grupos son discontinuos, cada comparsa parece la última, pero en seguida asoma otra, y otra, y otra más.

Miro esos “pájaros” y me pregunto de dónde vienen, cuándo salieron de casa, qué comen, dónde duermen, hacia dónde se dirigen. Sé que buscan el verano, y que son hijos o nietos de los que tantas veces en octubre he visto, con tristeza, volar en dirección contraria, abandonándonos. ¿África? ¿Han cruzado el estrecho? ¿Les han dejado, no les han pedido papeles? ¿Van a comerse el grano cultivado en España sin haber contribuido? ¿Son conscientes de que han entrado en territorio español? ¿Cuál es su patria? En media hora habrán pasado dos, tres mil. Incesantemente han sobrevolado la estación, procedentes del extenso olivar que hay hacia el este. No parecen muy disciplinados: su vuelo tiene rizos, pausas, subidas y bajadas en picado, virajes a izquierda o a derecha, pero todos acaban, invariablemente, en dirección oeste. ¿Hacia Doñana? ¿A los nidos de las torres extremeñas?

No sé si hay líderes en esas bandadas, ni qué hacen con los más viejos y con los enfermos. No sé por qué conocen el camino, ni si lo están descubriendo o recordando. Habrá de todo, porque viajan en familia. En cada grupo debe haber madres e hijos, hermanos, primos, sobrinos, parejas, pretendientes y pretendientas, incluso amigos acoplados. Ignoro si les está permitido cambiar de bandada, y cuánto azar y cuánta necesidad hay en la adscripción a una u otra. No sé nada de esos pájaros que no son pájaros. Viven en la carretera, como Miguel Ríos, pero de verdad. Ven las cosas (esta estación, ese olivar, aquel tendido eléctrico) a vista de pájaro. ¿Qué nombre le pondrán al mes de marzo? ¿Y a la lluvia? No es posible entender las cosas sin ponerles un nombre, así que de alguna manera tendrán de llamarlas. ¿Qué se dicen cuando deciden emprender el viaje? ¿Se miran y ya saben que van a volar millas y millas? ¿Votan para elegir si salen un día u otro? ¿Cómo se forman esos consensos tan unánimes? ¿Hay pájaros rebeldes que se niegan a seguir al rebaño? ¿Habrá bandadas formadas por pájaros rebeldes y desertores? ¿Hay un camión escoba en esta Grande Boucle?

En el andén hay viajeros sueltos. Vamos de uno en uno. Todos tenemos una maleta tamaño cabina con ruedas. Todos vamos a ras del suelo. Uno está fumando un cigarrillo, otro habla por teléfono y dice que la semana que viene la tiene completa. Supongo que los pájaros, algunos de ellos, nos habrán visto, y que saben que somos humanos, aunque no conozcan esa palabra. Y que tendrán memoria: ¿es posible que alguno de esos miles de pájaros se haya fijado en mí, y que de mayor se acuerde remotamente de ese bípedo que estaba quieto y mirando al cielo? Me contesto que no, que no es posible, porque ese recuerdo no le es útil en absoluto, y los animales son muy prácticos; y sin embargo estoy seguro de que yo no olvidaré el espectáculo de estas bandadas de aves mientras yo esperaba la llegada del AVE en la primera tarde de marzo.

5 Respuestas

  1. Ver una bandada de pájaros volando, o una multitud de aves posadas sobre el agua del mar , genera sentimientos de belleza, de armonía, de grandeza natural, en definitiva, de poesía.

    Cuando les veo, me evocan también a veces y con enfado el significado coloquial de la palabra “pájaro” (sujeto con pocos escrúpulos, astuto, que causa recelo) , y me pregunto a mi mismo quién fuè el inventor de esa ofensiva variante socio-coloquial y qué conducta reprochable vió en los pájaros para propagarla : ¿ fué un cura vaticaniense, un escritor insigne, un nazarí reconquistado, un argumentista de partido ochocentista, un obrero del latifundismo, una prerevolucionaria del me.too ?

    No sé. Miraré en el libro de Stanley G.Payne que acaban de regalarme ( “En defensa de España. Desmontando mitos y leyendas negras” ), a ver si dice algo.

    En todo caso, tengo claro que el inventor fue un pájaro de cuidado.

  2. ¡ Cuanta belleza en tan escaso espacio literario !. Mis pies se encaminan por la soledad calmadora del campo mojado, en donde multitud de pajarillos se arrebujan con los mirlos, las alondras, golondrinas, garzas y gorriones temiéndole al chirimiri que va lentamente cayendo, en las cúpulas de los arbolitos que circundan el sendero. Mientras los zigzagueantes pececillo del pequeño riachuelo encaminan sus movimientos hacia las ramas mojadas.

  3. Voy en tren atravesando Andalucía bajo lluvia… Sin pajaritos ni poesía… Pura pluviómetria…

    Pero no entiendo que un tocaculos tan ilustre y especializado como Anonimo aparte la vista de su objeto, mire al cielo y vea “pajaritos”…

    No entiendo que no veas glúteos batientes y sonrientes!!… Y me sorprende que entre tanta ave celeste y emplumada solo distintas a los “pajarracos”… Los únicos que Darwin no observó…

    Eres realmente un lince de la entomología salesiana… menos mal que el cielo no te sonrió….

    Pero lo que verdaderamente me preocupa es la lírica antequerana de Miguel…

    No sé si ponerme de luto o pegarle un empujón…

    Luto por la triste soledad del observador que ve los libres volar sin reparar en su diminuta presencia…

    Y empujón por la conocida moraleja que ya he dicho en algún lugar de este extraño balcón;… El pájaro amaestrado sueña con volar el salvaje vuela!!!

    Buen finde!!!

  4. Llueve.
    Hay humedad.
    La carretera es un derecho humano.
    Los pájaros diseñan su estrategia.
    Las flores se predisponen.
    Las nubes dudan.
    El sol quiere liberarse.
    Protestan los hombres del tiempo.
    La nieve se ve gruesa.
    Cuidado. Prudencia.
    Faltan días para la gloria.
    Tu pañuelo y tu carmín se necesitan.
    Quiere a tu móvil.
    Prepara tu falda encubridora.
    El escenario es tuyo.
    Tu poeta llega en Abril.
    No quieras a un hombre simbólico.
    Un ramo de flores es tu pensión.
    No votes en primavera.
    Que no te intimiden los recibos.
    Llueve.
    Te gusta el agua y la sangría pura.
    Hay humedad.
    Detesta el ibuprofeno y la nación preambular.
    Sé tú misma.
    No firmes nada en blanco.
    Eres la mitad del cielo.

  5. Gracias preciosa!Besotes

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