El argumento Depardieu

Depardieu es, ya, un actor ruso. Para no pagar impuestos en Francia se ha cobijado en la nacionalidad rusa que sin dudarlo le ha ofrecido o aceptado Vladimir Putin. La noticia es suculenta.

Putin y Depardieu: en adelante, una pareja indisolublemente asociada a la bajeza moral. Una sinergia de males. De Putin ya imaginamos desde hace tiempo una visión de la política absolutamente inmune a cualquier reparo moral, regida por el interés de la casta, por la inercia de la KGB y por las razones de Estado. De Depardieu se ha borrado ya toda la ingenuidad que le prestó su interpretación de Obélix y el romanticismo de Cyrano de Bergerac: en adelante es un comprador de impunidad fiscal, un evasor de impuestos, un tipo que se busca el nido más caliente y ríase la gente.
Algunos esgrimirán el argumento Depardieu contra el tímido intento de Hollande de hacer pagar más a los ricos. Algún diario proclama ya que la socialdemocracia no es posible en el marco de los Estados, y califica a Hollande de ingenuo. Yo creo que no tiene nada de ingenuo. Hollande sabía que su incremento de impuestos a las grandes fortunas no iba a suponer una gran recaudación, porque en realidad perseguía una rectificación moral del sistema impositivo. Todo lo contrario, por cierto, que el Gobierno de España, que buscó la recaudación renunciando a toda ejemplaridad, al aprobar la amnistía fiscal para los recaudadores. De manera que, aunque Depardieu pueda cobijar su dinero en el nido postsoviético, tan abruptamente convertido en selva capitalista, y aunque Francia deje de ingresar los impuestos de aquél buen actor, la gente, mucha gente, está aplaudiendo el gesto de Hollande y reprobando al nuevo actor ruso y su putin director de finanzas. La satisfacción moral por el impuesto sobre las grandes fortunas queda inmune.
Ignoro si en lo sucesivo Depardieu deberá solicitar permiso de residencia para entrar en Francia. Yo, a éste, sí que le pondría una tasa.

5 Respuestas

  1. Hola Miguel,
    bueno, a mí esto de cambiarse de nacionalidad y tal me parece muy mal y muy raro.
    De todas formas entiendo a Depardieu, si no estoy mal informado Hollande le quiere quitar el 75% de lo que gana. Eso es una barbaridad, por no decir un atraco legal. Si tú ganases un millón de euros al año dejarías que Rajoy se llevase 750.000€???? ¿a que no? 🙂
    La Amnistía fiscal que hicimos aquí me pareció fatal pero no me parece menos mal que lo que pretende Holland.
    Cuantos más impuestos haya peor, aquí y en Francia. Al menos eso pienso yo.

    • Gracias otra vez, Angel, por opinar en este blog.

      Pero Hollande no quiere quitar a Depardieu el 75% de lo que gana, es decir, 750.000 € sobre 1.000.000. Lo que Hollande pretende es gravar con un 75% la renta que exceda de 1.000.000 anuales. Es decir, si gana 1.100.000 € al año (que ya es ganar: casi 100.000 € al mes), el primer millón estará gravado con el tramo correspondiente del impuesto de la renta (creo que en Francia es el 45%), y el resto al 75%. Algo muy razonable.
      Yo no se si yo querría pagar ese impuesto si ganara tanto dinero (quién sabe si al hacerme tan rico cambiaría mis principios), pero sí sé que quiero que les cobren ese impuesto a los que lo ganen, y sin duda aprobaría una medida similar en España, y no me daría ninguna, pero ninguna pena que tuvieran que pagarlo los mega-ricos, porque pienso que sea cual sea el trabajo o el capital que dé esa inmensa renta, es radicalmente injusto que en una sociedad ricos tan ricos convivan con gente que sobrevive en la miseria sin que el Estado lo corrigiese por vía de impuestos. Si no fuera así, entendería que los pobres se levantasen con todas sus fuerzas contra un orden tan inmoral.

      Lo de ser partidario o no de los impuestos es una cuestión política en la que evidentemente no estamos de acuerdo. Yo creo que los impuestos son la versión moderna de la caridad y la solidaridad, fundadas no en la buena voluntad, sino en la ley. Si pulsas en la etiqueta "impuestos" de este blog, verás 14 entradas en las que de uno u otro modo defiendo que los impuestos son el fundamento de nuestro pacto social, y que una de las desgracias de este país es que no existe lo que llamo el patriotismo de los impuestos. Defiendo los impuestos, y como contribuyente (pago más de una tercera parte de mi sueldo) me siento legitimado para exigir al Gobierno que gestione bien el dinero público. Pero esto es una opinión y no pasa nada porque no estemos de acuerdo: la democracia está para que eso se decida en las urnas, y es verdad que hoy por hoy las urnas en España favorecen a quien promete bajar los impuestos. Por desgracia.

      Saludos, y ojalá sigas dando tus opiniones.

  2. Hola otra vez Miguel,
    ok, no había leído apenas la noticia. Si es como dices lo de Hollande, aún así me parece excesivo, pero es otra cosa, desde luego.
    Efectivamente, lo de ser partidario o no de impuestos forma parte de cómo uno ve la sociedad o la vida. Para mí, cuanto más dinero me quita el Estado menos libertad tengo. Prefiero que me quiten poco y yo poder elegir lo que hago con mi dinero. Pero entiendo que pienses lo contrario. Como te dije, tampoco me gusta el neoliberlaismo salvaje de calzón quitado. En el fondo creo que ambos formas de ver la sociedad podrían funcionar si no hubiese tanto golfo y corrupto, que al final es lo que chafa todo. Enhorabuena por el blog.

  3. Anónimo

    No me cabe ninguna duda sr Miguel, de que si fuera un rico muy rico sus principios como usted dice cambiarían radicalmente… Yo no soy una rica muy rica, soy más bien una pobre estudiante, pero me rechina bastante eso de que los impuestos son la versión moderna de la caridad, y que si las desigualdades no se corrigen vía impuestos e intervencionismo, los pobres tendrían derecho a levantarse. En primer lugar, considero que la caridad aún no es una obligación aunque sí parece serlo la solidaridad, en términos muy vagos, eso sí. Quiero decir que no deja de ser una opción personal ser o no caritativos, y no le quepa la menor duda de que los ricos han hecho en su mayoría mayores méritos que los pobres para serlo. Es un evidente desincentivo para el emprendimiento saberte condenado a ser expoliado

  4. Gracias, anónima, por su comentario en el que expresa su opinión sobre los impuestos. Insisto en que son dos formas legítimas de concebir el orden social, con partidarios lúcidos en uno y otro sentido. De manera que lo mejor es discutir e intentar convencerse, que es lo que civilizadamente estamos haciendo.

    Saludos.

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