Abierta por obras.

 

En la vieja iglesia abierta por obras. En una mañana de domingo. De Domingo de Ramos. Pura voluntad hecha escenario, convertida en guión,  clavada en la realidad. No fue un acto rutinario, ni siquiera un acto brillante y emotivo, fue una oleada bien preparada.  Un impulso capaz de sostener una iglesia en ruinas, y por tanto de vencer a las prisas de la muerte. La excusa (una novela) me pilló por medio, pero todos celebrábamos una misa de domingo en la que la iglesia no era el lugar, sino el motivo. Una "misa" concelebrada con palabras elegantes y canónicas, con lecciones de literatura, con música sacra de Pink Floid, de Fletwood Mac, de Paolo Conte, con diapositivas en piedra de historia del arte, con espacios recuperados para la vida. Una misa de puertas abiertas para borrar la frontera con los alrededores, sin más credo ni bendición que la buena amistad. Una huerta hecha fundación, para el cultivo de todo aquello que a cualquiera nos puede poner de puntillas para ser mejor. Una fundación hecha huerta para no irse a los cielos y llenarse de tierra verdadera, de raíces y de minerales con fundamento.
 
Esta Semana Santa, en Úbeda, ha nacido una cofradía. Su sede es el templo de San Lorenzo. Su procesión no será un desfile, sino un movimiento continuo de ida y vuelta a través de sus puertas abiertas. Su itinerario es incierto, vendrá marcado por los vientos y las lluvias, por la necesidad de ser útiles. La indumentaria, un casco de obra. Gracias a la Fundación "Huerta de San Antonio" por haberme regalado el primer pregón...

Deja tu comentario

Los comentarios dan vida al texto y lo pone en movimiento.