Dos gilipolleces.

Perdón por el título, pero ya me dirán si no son gilipollas.

Un imbécil del PP con responsabilidades políticas contó el chiste asqueroso de que las leyes, como las mujeres, están para violarlas. El PP ha hecho bien en hacerle dimitir, porque esas bromitas de machote merecen un buen bofetón dado por la primera que pase por allí.

Pero, ¿no es ridículo que el PSOE haya decidido querellarse contra ese señor por considerar que tales manifestaciones "inducen a la violencia"? ¿No estamos perdiendo la cabeza? ¿Es que se creen que porque un político diga una imbecilidad tal, los españoles vamos a sentirnos autorizados a violar a las mujeres? ¿En tan alta estima se tienen los políticos, que creen que sus palabras son tan influyentes?  ¿Tan pendientes nos creen de sus palabras?
Ridículo el político machote, y ridículo el político querellante. Así no nos pueden extrañar las encuestas que reflejan un deterioro espectacular de la confianza en la "clase política".
Callen a esos bocazas apartándolos de la vida pública y dejándolos con sus memeces casposas en las barras de un bar, pero por favor no hagan el ridículo utilizando los Juzgados para conseguir titulares de prensa. Es insoportable.

1 Respuesta

  1. Todo lo que hay alrededor de esta historia apesta.

    Y va y dice que no dimite por lo que ha dicho, sino por motivos personales.

    ES TODO PATÉTICOOOO!

Deja tu comentario

Los comentarios dan vida al texto y lo pone en movimiento.