¿Y si les preguntamos?

Les voy a proponer una cosa. No sólo para que la lean, sino para que piensen si les apetece colaborar.
 
Cientos de personas están dedicadas en estos días a preparar las campañas de propaganda política que los partidos van a desplegar en los próximos dos meses. Entre ellos hay algunos políticos, publicistas, sociólogos y otros profesionales de la comunicación. Expertos, brillantes y bien pagados, porque quienes los han contratado se juegan mucho.  Sondeos y encuestas se han tabulado debidamente para encontrar canales exitosos de persuasión. Habrá ya varios bocetos de carteles, se estarán considerando propuestas de eslóganes, lemas, argumentarios simples y eficaces que quepan en folletos, en cortas intervenciones televisivas y en mítines. Es un aluvión de propaganda que, ineluctablemente, se cierne sobre nosotros. Es bueno que lo sepamos: esas cosas no se improvisan, se preparan metódica y profesionalmente, y todo está planeándose para ser debidamente inyectado en un proceso comunicativo completamente unidireccional: los partidos serán los emisores, y nosotros los receptores.
 
Todo llegará. Nos quejaremos de la escasa calidad de la campaña y protestaremos entre nosotros diciéndonos que todo sigue igual, que la altura del debate político no crece, sino que mengua, y que nuestra democracia sigue reducida a decisiones en buena parte emocionales y reactivas convertidas en votos para elegir a los diputados y senadores.
 
Me pregunto si desde la sociedad no podemos influir aunque mínimamente en ese proceso tan gastado. Me pregunto si, antes de que nos llegue el aturdimiento de titulares, de enfados teatralizados, de indefiniciones estratégicas y de soflamas, no podemos nosotros decir qué nos interesa, en qué querríamos centrar nuestra atención, de qué puede depender nuestro valioso voto. No sé si servirá o algo o no, pero tampoco se pierde mucho si unos y otros, en esta fase previa, somos capaces de formular nuestras preguntas.
 
¿Qué nos gustaría que nos contestasen los candidatos cuando vayan a pedirnos el voto? ¿Qué es lo que no va a darnos igual? Usted y yo estamos seguros de que no queremos dejarnos llevar por la cara del candidato, por el color del cartel o por lo ingenioso del lema que se repetirá como un mantra ("Para cambiar ahora", "Si tú quieres es posible", "En la buena dirección", "El cambio seguro", "Con las manos limpias", etc.), pero no está claro que, al final, nuestra decisión se base en otro tipo de razones. Por eso es importante anticiparse y dejar dicho, aunque sólo sea para nosotros mismos, qué cosas no nos van a dar igual.
 
¿Por qué no confeccionar, cada uno, su propia lista de preguntas? Me refiero a preguntas concretas, esas que no pueden contestarse con lugares comunes y que obligan a definirse, a optar entre varias alternativas, a decir "no" a algo y "sí" a lo contrario. Sé que es complicado seleccionar y jerarquizar las más importantes, pero es más fácil ir diciéndolas, una a una, uno a uno, gota a gota,  para que se vayan repitiendo, en mensajes de Twitter o de Facebook, a través de las redes sociales, en procesos participativos en los que se esté involucrado, o por cualquier otro canal al que se tenga acceso. Si supiéramos preguntar y lo hiciéramos insistentemente, quizás se atenuaría la eficacia de la propaganda que está alevosamente preparándose.  Quizás, quién sabe, algunas preguntas puedan ser contestadas.
 
Propongo inyectar en las redes sociales preguntas electorales. Podrían encabezarse con la expresión: "Pregunta electoral", y a continuación formularla. ¿Se animan? Eso sí, procuren evitar las preguntas que
 
Ahí va una cualquiera:
 
Pregunta electoral:  Seguramente usted es partidario de la protección de personas dependientes, y seguramente lamenta que la dotación de recursos para esa política social ha sido muy escasa y desde luego insuficiente, tanto a nivel estatal como autonómico. ¿Qué partidas presupuestarias estaría dispuesto a recortar en el próximo presupuesto a fin de liberar de manera significativa recursos para la política social de protección de personas dependientes?

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