Ciudadanos inspectores

Puesto que el Estado se muestra incapaz de perseguir más eficazmente el fraude fiscal, ¿por qué no nos pide ayuda?
Todos tenemos un entorno en el que percibimos casos concretos de fraude: bajas amañanadas porque el médico es amigo o indolente; autónomos y profesionales (dentistas, abogados, médicos, taxistas, fontaneros) que nos ofrecen pagar sin factura para ahorrarnos el IVA y no declarar su ingreso; familias que no dan de alta a su empleada de hogar; restaurantes y bares que emplean a trabajadores sin papeles; empresarios que distraen patrimonio a través de sociedades instrumentales; perceptores de subvenciones que trabajan en negro; despedidos que trabajan en negro en la nueva empresa en la que van a ser contratados, mientras no acaba el periodo de percepción del paro;  vendedores que nos piden dinero bajo cuerda;  organizadores de cursos y conferencias que pagan con talones al portador a los conferenciantes; ricos que ponen sus bienes a nombre de testaferros; políticos y funcionarios que conculcan las leyes sobre incompatibilidades; cursos ficticios que se cobran pero no se dan; subvenciones destinadas a fines diferentes de aquellos para los que se condedió... Trampas, trampas, trampas por todas partes, que adelgazan la economía blanca y engrosan la negra en perjuicio final para todos.
¿Por qué el Estado no nos invita a convertirnos en inspectores privados de Hacienda y Trabajo? ¿Por qué no se dispone que cada expediente sancionador por fraude que se inice por denuncia de un particular (desde luego, sin publicidad de su identidad) dará derecho, en caso de éxito, a una participación por porcentaje para el denunciante respecto del total que ingrese el Estado?  Lo ideal sería dotar de medios poderosos y contundentes a los inspectores públicos; pero, ya que se comprueban que no pueden llegar muy lejos, ¿por qué no incentivan al ciudadano a colaborar en la inspección?
No sé en cuánto se incrementaría la recaudación por vía de esta colaboración privada; pero, al menos, cada cual tendrá más temor al cometer su pequeño fraude...

2 Respuestas

  1. Lo cierto es que lo que propones no estaría nada mal.
    Que alguien tome nota.
    Saludos

  2. Releo mi propia entrada, que es fruto de un calentón, y me produce sensaciones contradictorias. Por un lado, me parece que uno de los problemas de España es el enorme nivel de transgresión de normas, leyes, impuestos y obligaciones que están para todos: como no se cumplen, el listón se pone más alto para los que cumplen. Pagan unos lo que otros dejan de pagar. Por otro lado, entiendo perfectamente a quienes caen en la tentación de ahorrarse un dinero, cuando saben que hay tanto fraude en las alturas al que nunca vamos a llegar, porque se las saben todas. Mientras haya paraísos fiscales, ¿cómo vamos a reprochar al parado con prestación de desempleo que trabaja para ganarse un sobresueldo? Pero lo ideal, desde luego, sería CUMPLIR PARA EXIGIR. Aunque a veces sea heroico…

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