Wish you were here que estás en los cielos.

Busqué apresuradamente en la estantería de CD's alguna música para el viaje de Granada a Úbeda. Elegí Boccherini y Pink Floyd: "Wish you were here", ese saludo de dos hombres en un polígono industrial que habría de provocar un incendio. Una vez en el coche, a la altura del pantano de Cubillas, opté por Pink Floyd. Hacía tiempo que no se desplegaba ese acoplamiento prodigioso de guitarras y percusión, ese ritmo lento pero determinado que avanza hacia una estrofa cantada en coro ("Shine on you crazy diamond"), esas secuencias ascendentes hacia un éxtasis de agudos acústicos con un bajo de soporte y una batería escueta y perfecta. Wish you were here. Me dijo Andrés Castillo, cuando yo no sabía ni una palabra de inglés, allá por los 17 años, que significaba algo así como "ojalá estuvieras aquí". Aunque por entonces el "ojalá" era, para nosotros, la esperanza de un futuro, y no la añoranza de algo que fue.

Es uno de los discos de mi vida. Suena a COU, a 1976. Su poder evocador es inmediato. Apenas empieza a sonar, ya estoy allí. Juan Jurado y Miguel Monedero han llegado a casa, se encierran con mis hermanos en uno de los cuartos, entro y allí están con "las coplas esas de los cojones" como el padre de Juan llamaba a la música de Pink Floyd, de Genesis o de King Crimson, que sonaba en un tocadiscos de un sólo altavoz, cuando el estéreo todavía era un lujo que aún no había llegado a casa. COU, unos buenos profesores de Filosofía, de Literatura, de Historia, que me abrían escenarios y me hacían dudar sobre qué debería estudiar, unos compañeros ya de largo recorrido, los primeros conflictos políticos en el instituto con motivo de un cine fórum ("El discreto encanto de la burguesía"),  de una obra de teatro -seguramente de García Lorca- o de un artículo de la revista de estudiantes. Tardes de pandilla con conversaciones que todavía recuerdo y amores aún adolescentes a los que no me atrevía, la épica de un chico de pueblo que aún no se había tropezado con los límites, un tiempo macondiano en el que todavía nadie se había muerto, y la universidad en la que ya estaban mis hermanos, que me estaba esperando en una ciudad de la que apenas sabía nada: "Granada".

Wish you were here: ahí había algo más que las pegadizas canciones de los Beatles, un salto de calidad que mi hermano Juan llamaba "rock sinfónico", una música que envolvía, se instalaba dentro poco a poco, nos disparaba a estados de ánimo que rozaban la euforia y nos hacía rasgar imaginariamente una guitarra acústica cerrando los ojos y retorciéndonos como los cantantes ye-yé de la tele. Teclados, sintetizadores, una música limpia sobre fondo turbio que de pronto se embutía en un transistor viejo cuya rueda de sintonías alguien giraba hasta que aparecía otro ritmo sobre el que irrumpía un punteo de guitarra que inauguraba la nueva canción. 17 años, los apuntes de Historia sobre la dictadura de Primo de Rivera, el libro "Tormento" que nos mandó leer la profesora de Literatura,  el diálogo entre Platón y Aristóteles que don Marcelino Zapico, el de filosofía, quiso que inventáramos, las clases de francés en la academia de los Castillo y una gabardina blanca que me compró mi madre con la que yo me creía un chico interesante, casi un Colombo de la vida.

No sabían esos monstruos de Pink Floyd mientras grababan el disco en los estudios de Abbey Road que unos muchachos de un pueblo de Jaén empezarían a hacerse mayores con el "Have a cigar" o el "Welcome to Machine" y que "Wish you were here" sería algo así como un himno para siempre, de esos que tanto tiempo después, frente a cualquier pelotón de fusilamiento, habríamos de recordar.

 

6 Respuestas

  1. Acabo de regresar de Ubeda…!!
    Don Marcelino, la academia de los Castillo, nuestras grandes profes de LITERATURA Y de Matemáticas! (Esta ultima tu la disfrutaste menos….) y la música!! No elegiste mal futuro, pero, sin duda, otros elegimos mejor! 😊

  2. No soy capaz de describirlo mejor. Otro de los discos de mi vid. A veces, cuando lo vuelvo a escuchar, me emociona el recuerdo de la emoción compartida con Juan y Paco. Me pregunto si la vida nos ofrecerá la posibilidad de revivirlos. Ojalá….

  3. En 1976 terminé mi carrera universitaria en Sevilla y empecé una época nueva, en la que la sociedad iba a ponerme a prueba al ir a buscarme la vida. Yo había sido un adolescente guapo (ADN materno) , elegante, educado en colegio de curas, conquistador sin teatro, con una sólida infraestructura intelectual basada sustancialmente en el salmorejo, Los Beatles y en Federico García Lorca, que me atrapó. La música y la palabra carnal, preñada de olores y de verdades naturales. Ninguna mujer tuvo el valor de negarme que le cogiera su culo -esa creación portentosa del universo- en la Calle del Pañuelo de Córdoba o en una de esas plazas cargadas de luz y de primavera.

    Pero, claro, empiezas a currar y a tratar a gente y a resolver problemas y comprendes que la vida es algo más prosaica , aunque la alegrara la música de los Rolling Stones, y rápidamente deduces que todo el mundo no puede ser persona 10, pues habría tiros en las calles : hay listos, tontos, podólogos, arquitectos, panaderos, delincuentes, equidistantes, genios, presos apolíticos, etc. etc.etc. Y con ellos hay que convivir.

    Pero, en fin, lo que quiero decir , excitado por el comentario de Miguel, es que siendo fundamentalmente buena gente, he tenido suerte, encontré una mujer definitiva mucho más inteligente que yo, y he triunfado en la vida con el punto 7 de una escala de 10, según un test que me han hecho en la Guardería de mi nieto. Y que si un día me faltara un copita de manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, el aliento en la oreja de esa mujer, y un cante de Don Antonio Mairena a las 13,30 horas de la mañana, yo no sería nada, o sea , nada. Y quiero morir de mi propia muerte, como quiere mi poeta Rainer Maria Rilke.

    • ¡Por Diós, Anónimo; qué poco anónimo eres!…

      Doctor en salmorejos, Tenorio de vocación genómica y cuerpo tallado entre sotanas para gozo público con sólida infraestructura neuronal contra los gatillazos. Todo un portento de la generación más pulida del dictador de las verdades naturales con la carnalidad como elemento distintivo del español evolucionado que preña con su felicidad musical todo intersticio del planeta al ritmo de los Rolling Stones… ¡Mon Dieu!… ¡¡¡que belleza natural!!!

      Una criatura así de prodigiosa no puede ser “anónimo”… ¿Por qué elegiste seudónimo tan desquiciante para asomarte a este balcón?… Si tu te distingues ya desde otro planeta entre tanta masa–mundo repleta de podólogos y arquitéctos; listos y tontos; panaderos que alimentan delincuentes y equidistantes, presos apolíticos y políticos presos y genios que viven del cuento… ¡Mon Dieu!… ¡¡¡qué ser más convivencial!!!

      Y luego “EL CULO”… ese culo de muchedumbre que toda mujer te ofrece en la Calle del Pañuelo de Córdoba; no se sabe si llorando o disfrutando… probablemente disfrutando en la versión del tocaculos mutente del colegio de curas…no se sabe si salesiano o carmelita… ¡Mon Dieu!… ¡Cuanta Primavera!… y… ¡¡¡cuanta flor desflorada por tan portentoso macho nasioná!!!

      No entiendo la excitación porque seguramente carezco de la intraestructura adecuada… porque yo tuve educación pública, también en Córdoba, entre Ciudad Jardín y el Parque Figueroa… todo silvestre; sin sotanas, ni uniformes, ni culos de oferta… (mis compañeras te daban sendas ostias canónicas en cuanto tenías un exceso de testosterona juvenil no convenido… eran silvestres y bravas; sobre todo libres y adecuadas…)

      Un “buena gente” como tu no puede ser “anónimo” con notable (un 7 es notable ¿no?), indistinguido entre tanta “mala gente” … ¡que ni muchos de ellos llegan al suspenso!… y que en Córdoba haylos en abundancia y es mucha como tu bien dices, aunque menos que en Sevilla (por cantidad, me refiero)… y en Granada por calidad…

      Aunque buena gente; eres un despiadado traidor patrio merecedor de prisión perpetua no revisable ya que cantas la manzanilla en territorio del montilla–moriles… te mereces el exilio con Puigdemont a Bruselas, sin cante ni reloj ni poeta… ¡¡¡ni peluca!!!

      ¡¡¡ Mala gente en 28F!!!

  4. jajajajaja Aramis. Salvo lo de “macho nasioná” , me alegro que hayas entendido que he escrito de broma. Estudié en Los Salesianos, viví un tiempo en Ciudad Jardin (El barrio del Avecrem, le llamaban) y mis recuerdos juveniles sobre la mujer son todos ajenos a la estupidez del machismo, pues tuve mucha suerte con ellas ( y ellas con nosotros), como millones de jóvenes. Iba un día por la calle San Lorenzo, para los Salesianos, y se me pone delante por la acera una mujer guapísima; le cogí el culo con la palma de la mano, apretando con suavidad, se volvió y me dió una ostia en seco grandísima, plaf; me quedé quieto parao y me dije a mío mismo: joder, esta ostia es por lo bien que se lo he cogido. Ella siguió andando sonriente y mirando para atrás, como diciéndome: no te insulto, comprendo que no eres un merdellón, pero si me lo coges, ya sabes qué caro es el precio. Así lo he entendido siempre y, desde luego, por mi cabeza adolescente y juvenil nunca pasó esa basura del machismo. Hice una consulta a mi confesor de cabecera y me preguntó en qué tramo de la calle San Lorenzo ocurrió el evento. No se lo dije, como es lógico.

    En definitiva, creo que cientos de miles de jóvenes y no tan jóvenes tenemos bellos recuerdos sensuales ajenos a definiciones interesadas de machismo o feminismo. Como diría Aramis, son la vida misma.

    Y a otra página.

    • Jajaja!!!…

      No es por vacilar… pero era evidente que eras de los Salesianos (siempre más pijos) … a uno de los Carmelitas no se le ocurre semejante atrevimiento… (Allí las ostias te llovían ya en las filas de la escalinata antes de subir a clase…)

      Mi primera intención fue de “alzamiento nasioná”… pero luego de hacer otras cosas manifiestamente irritado en mi estado mental y ya frente a mi teclado matador mantuve los drones asesinos en sus bases de Morón Usafrontera… Total… más que tocaculos parece tocacojones… pensé y opté por la poesía…

      En realidad escribí «macho uno grande y libre»… pero lo resumí en el más difuso término de «macho nasioná»…

      Sin embargo veo que tu infraestructura no mejora de equipamiento, o la percepción de la «grandísima ostia» te cambió el amueblamiento porque las ostias de los carmelitas eran todas de origen divino… y decían los curas palmeros que para mantenerte alejado del mal camino…

      Aunque tu interpretación de la sonrisa de la fostiadora de San Lorenzo es todo un espejismo narcisista de un dandyzante salesiano

      Tu secreto no revelado a tu confesor de cabecera, así como su preocupación por el tramo callejero denota que el mismo era un salesiano con responsabilidad colegial preocupado por ubicar el suceso en relación al colegio para saber si el suceso se perpetró a la izquierda de la puerta del colegio, a la derecha o frente a la puerta misma… yo apostaría porque fue en la derecha… como la vida misma de todo salesiano …

      Piensa que ni el machismo, ni el feminismo tienen nada que ver con definiciones interesadas, ni fenómenos genómicos de la naturaleza, sino con estados mentales, unos perversos y otros emancipadores… Adivina cual es cual…

      No cambies de página; cambia de testamento!

      Saludos cordiales!

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