“Investiblanda”

El PSOE (ya ni siquiera Ciudadanos) sigue sugiriendo una investiblanda, es decir, una suma de escaños con Ciudadanos que superase a los del PP por un lado y a los de Podemos por otro, para así presentar a un candidato "con más apoyos parlamentarios que cada uno de los demás".  Fue fórmula fácil en la anterior minilegislatura, por confortable y poco comprometida; yo la califiqué de "fraude", porque me pareció que tenía un pecado original: que estaba diseñada desde el principio, por parte de Sánchez y los suyos, NO para obtener la investidura (que es la finalidad constitucional de la propuesta de candidato por el Rey), sino para conseguir una coartada. La coartada, ya lo sabemos, es la invocación del espíritu (más bien fantasma) de la pinza, es decir, la "intransigencia" de otros partidos atrincherados en sus posiciones máximas e incapaces de aceptar un término medio. Y un apego a los "sillones": Sánchez y Rivera estarían trabajando por España, mientras que Rajoy e Iglesias sólo querrían sentarse.
Es ese relato el que tiene paralizada a España y el directamente culpable de esta repetición electoral. Lo digo con toda mi convicción, porque sin esto no acabamos de entender lo que está pasando. Y lo pienso así porque no encuentro ningún argumento que pudiera hacer políticamente exigible para el PP o para Podemos aceptar la investidura de Sánchez tal y como se planteó. El PP, porque ganó (y volverá a ganar) las elecciones, lo que justifica su postura de presidir una mayoría gubernamental salvo que otra mayoría alternativa lo mandase a la oposición. Y Podemos porque el socio de Sánchez (Rivera) no para de decir con claridad y honestidad que su línea roja es que Podemos no entre en el Gobierno. Cosa de "sillones", por cierto, pero es que de lo que hablamos es de sillones, y no de globos.
El PP ofreció y ofrece un pacto al PSOE, incluso un gobierno de coalición, exactamente igual que hizo y hará Podemos, con la diferencia de que Podemos ofreció la presidencia a Sánchez por ser más votado (sólo por eso). Ambos (PP y Podemos) estaban, por su lado, dispuestos a negociar, es decir, a renunciar a parte de su programa para buscar la "media" con el programa del PSOE. No fue inmovilismo, sino una negativa, razonable y coherente con su respectivo electorado, a dar no ya un paso adelante, sino un "salto y medio": a PP y a Podemos se les podría exigir (a cada uno por separado) buscar la "media programática" con el PSOE, porque sólo con acuerdos con el PSOE podrían gobernar, pero no puede exigírseles aceptar la media entre PSOE y C's y quedar fuera del gobierno, que es lo que Pedro Sánchez les pidió a unos y otros. En el caso de Podemos, además, despejemos un error pegajosamente repetido por políticos del PSOE: su abstención no habría servido, porque ni siquiera con esa abstención de Podemos Sánchez hubiese podido alcanzar una mayoría simple, a menos que se abstuviesen también  ERC y CiU, cosa impensable.
Es importante no volver a caer en la trampa de la "investiblanda". Lo que hace falta es una investidura, y no habrá ninguna manera de conseguirla (salvo enorme incremento de votos de PP y C's) sin que el PSOE tome una decisión que lleva postergando seis meses: buscar la zona intermedia con el PP (donde también estará Ciudadanos) o buscar la zona intermedia con Podemos (sin Ciudadanos), con cualquier fórmula más o menos imaginativa de gobierno o de apoyo parlamentario externo. El PSOE se resiste como gato "panza arriba" a tomar esa decisión. Huye de ella. Y por eso el PSOE está haciendo de freno, de tapón para cualquier fórmula posible, aferrado a su coartada como un avestruz que esconde la cabeza.
Si los escenarios para el 27J son parecidos a los que anuncian los sondeos (esta vez mucho más homogéneos), toda España tendrá que ponerse a mirar al Consejo Federal del PSOE. El PP y Podemos traicionarían a su electorado si no siguen la hoja de ruta de pactos prometida de manera absolutamente clara en su petición de voto. El PSOE ha querido reservarse todas las cartas, al decir que no va a jugar ninguna. Y creo que en esto tiene razón Pablo Iglesias: si el Consejo Federal sigue sin ser capaz de decidir, lo mejor sería plantear las alternativas a los militantes socialistas. Sólo le pediría que entre esas alternativas no figurase la "investiblanda" (quizás ni siquiera Ciudadanos esté dispuesto otra vez a esa fórmula fallida). Y también pienso que en los próximos años el PSOE deberá abrir el melón, es decir, el debate sobre una socialdemocracia fácil y reformista, o una socialdemocracia audaz, difícil y dispuesta a enfrentarse a muros resistentes.

1 Respuesta

  1. Anónimo

    Completamente de acuerdo con tu artículo, Miguel. En esta época me preocupan dos cosas: que los ciudadanos no tengamos medios para dar a conocer opiniones y sentimientos básicos, preñados de sentido común. Y que millones de personas puedan apoyar electoralmente a individuos con mensajes y conductas palmariamente contradictorias.

    Rajoy tomó una decisión legítima, cual era no afrontar un proceso de investidura para el que no tenía votos suficientes. Ese requisito legal, que bien recuerdas, ha sido banalizado hasta la saciedad bajo el epígrafe de una "cobardía" y un "pasapalabra", expresión que le he oído a la magistrada Margarita Robles. Y esta es mi preocupación : si un personaje como Robles
    pronuncia esa chorrada, el nivel ético, intelectual y político en el que se mueve mi pais es francamente pobre, y lo triste es que los ciudadanos no tengamos fuerza para provocar que la señora se vaya a su casa de inmediato.

    Sobre la performance de Podemos, mejor me callo.

    Hay que llevar a la calle que, en efecto, no puede volver a producirse la pérdida de tiempo generada por Sánchez, como bien razonas. La última estrategia de listos listos que veo es que se vaya Sanchez, pero también Rajoy, aunque gobierne el PP, para amortiguar la caída de este banal socialdemócrata.

    En fin, Miguel, la paradoja es que si la realidad política es de baja categoría, uno se siente a sí mismo ridículo elucubrando sobre ella.

    No es el caso de tu artículo, que me alegro de haber leído.

    Un saludo de un Letrado jubilado.

Deja tu comentario

Los comentarios dan vida al texto y lo pone en movimiento.