El dÃa 16 de abril la aplicación de WhatsApp me avisa de que debo descargar la nueva versión actualizada. Pero si pulso en "aceptar" el servicio de mensajerÃa se bloquea, acaso porque mi cuaternario móvil ya no quiere más novedades, o porque no tiene capacidad por culpa de tantÃsimo vÃdeo que me da mucha pereza borrar y borrar. Y como también me falta tiempo, diligencia e interés en comprar un nuevo móvil, se me ocurre engañarle: me voy a la configuración de fecha, y retrocedo diez o quince dÃas (no me deja más). Me siento orgulloso de haber engañado a WhatsApp, y puedo seguir recibiendo vÃdeos interminables que no puedo abrir ni me decido a borrar, pero al menos puedo decir si voy o no a comer a casa, sin necesidad de hacer llamada. Parece mentira que yo haya sido capaz de semejante audacia tecnológica...
Pero luego vienen los problemas. Porque al dÃa siguiente el despertador no suena. O porque el móvil me avisa que tengo llamadas perdidas o mensajes nuevos, y sin embargo no los encuentro (voy a los registros correspondientes, y están en cabecera llamadas o mensajes antiguos). Hasta que lo comprendo: es que aunque yo esté viviendo el dÃa 12 de mayo, mi móvil vive a 7 u 8 de abril. Asà que la llamada que me han hecho esta mañana la recibà hace más de un mes, mucho antes que el mensaje que envié la semana pasada. Y el despertador no suena porque aunque sea viernes, hoy es lunes. O viceversa. Asà que estoy viviendo en un abril largo, muy largo, que tropieza siempre con el dÃa 16 (al que ya he llegado tres veces).
Y pienso que me gusta este juego. Cada dÃa son dos dÃas, y si miro a mi móvil todavÃa no han sucedido cosas que ya sé que me van a pasar, porque las he vivido. Puedo acostarme un martes y levantarme en sábado por la mañana, y eso me conforta, porque me gustan los sábados por la mañana, aunque sea un sábado extraño en el que debo ir a trabajar. Es doce de mayo, pero puedo hacer planes para primeros de mayo. Si me aficiono a este desorden cronológico, también podrÃa explorar algunos dÃas del mes de junio, o de julio: podrÃa, por ejemplo, ajustar la fecha a dentro de dos semanas, y asà podrÃa saber si el Deportivo de La Coruña se queda en primera división o desciende a segunda, consultando Google en mi móvil.
Lo que temo es que si me compro algún dÃa un nuevo móvil con todas las aplicaciones actualizadas tenga ya instalado un PolicÃa del Tiempo que me multe o me condene a vivir siempre en 17 de abril.
De paso, con todo esto tengo una magnÃfica justificación por si olvido devolver una llamada: ¡es que la recibà la semana que viene!
Jajjaja Miguel yo sufro las salusinasiones conosidas de cuando al despertar por la mañana pienso si es martes o de miércoles, o al acabar alguna siesta si es por la mañana o por la tarde ay ay por dios y entonses, no? , en esos cuantos segundos me acuerdo de los famosos dishos sobre el tiempo como el cógito ergo sum el alea jacta est o el carpe diem con to la leshe que yo mamé Miguel, pero luego ya más tranquila relasiono el tiempo con la fuerza de la vida y como nos pasa a todos los sandaluses se me vienen copliyas sa la cabesa como aquélla de la famosa cantaora y bailaora La Columpio:
Cuando me subo al columpio
la sangre me presipita,
y si me empujan con fuersa
me entra la muerte shiquita.
Tu ya me entiendes no?, jajaja, y también una que me canta a veses mi compañero que dise :
El dia del aguasero
dónde estuviste metÃa
que no se te mojó el pelo ?
En fin, me gusta tu comentario y el tiempo que acabo de emplear en este mÃo.
Me encanta la copla del aguasero…