“Definitivo”

ETA va rindiéndose a cuentagotas. Todavía no del todo, porque conserva armas de fuego sin licencia (eso es delito). El episodio de ayer fue importante: ETA dio por fin una palabra que hasta ayer no había dado nunca: la palabra "definitivo". El resto fue igual que siempre: tres encapuchados, mucha retórica y una reivindicación de sí misma, de su larga presencia extorsionadora en este país. Pronto olvidaremos todo eso y nos quedará, espero, esa sola palabra: "definitivo". Pero menuda palabra, capaz de marcar un hito en nuestra pequeña historia.
Yo me siento en el grupo de quienes se han alegrado. Tengo tendencia a fijarme en lo que me gusta: cuando contemplo el Albayzín de Granada no veo lla mala de alambre esparcido de las antenas, sino los cipreses. En el comunicado de ETA hay antenas, pero mi vista se ha centrado en el ciprés definitivo. Sé que falta arrepentimiento y sobre reivindicación; sé que no hay rendición con entrega de armas, sino un estratégico movimiento que busca lanzar electoralmente a Bildu; sé que ETA va a seguir presente con su insoportable retórica independentista, pero yo me fijo en que han tenido que reconocer que es mejor dejar la violencia y pasar al grito, a la política, a los votos, a las manifestaciones, a los comités. Sean bienvenidos.
De este lado, lo que toca es reivindicar la democracia y saber explicar que lo hemos hecho bien, a pesar de algunos incidentes vergonzosos, como el terrorismo antiterrorista (GAL, Batallón Vasco Español, Intxaurrondo, etc.). También toca reponer las cosas a su sitio: si de verdad no hay ya extorsión ni violencia, a partir de ahora los presos tienen que recuperar, inmediatamente, su derecho a estar en cárceles cercanas a sus familias, por muy execrables que hayan sido sus crímenes: ya no hay razones antiterroristas para la "dispersión", y mantenerla sería ilegal.
Tomémosles la palabra: han dicho que lo dejan definitivamente, y eso significa que sí se han rendido un poco: se han rendido a la evidencia de que la violencia, además de inmoral, es inútil. Nosotros sabemos que no ha merecido la pena su lucha: ha sido demasiado pena, tantos telediarios viendo cadáveres uniformados o no, tantas familias rotas, tanta viuda y tanto huérfano para siempre. Tanto muerto irrecuperable enterrado en la ladera de esta historia.
Ahora podremos gastar menos dinero en escoltas, podremos hablar hasta la saciedad de si es o no injusto que un territorio pueda desgajarse del Estado del que forma parte cuando su gente mayoritariamente así lo quiere, podremos poner más democracia como modo radicalmente civilizatorio de resolver los conflictos.
Yo estoy contento. No me importa que no hayan hicando la rodilla o que no hayan acabado como Gadafi. Lo que me interesa es que acabe una anomalía histórica que resultaba anacrónica y cutre, cruel y dañina, fantasiosa hasta el ridículo, antidemocrática. Desde ayer somos un poco mejores.

1 Respuesta

  1. Para mí también es una buena noticia. El comunicado, su forma, ha sido patético, tres encapuchados levantando el puño, con el logotipo atrás, sin arrepentimiento ninguno y como si nos hicieran un favor, pero creo que hay que interpretarlo como el reconocimiento de una derrota sin poder desprenderse de un orgullo infantil y lamentable.

    Pero es una buena noticia.

    Brindis!

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