Como un alfarero sin prisa.

La narrativa tiene también algo de alfarería. Hay un torno que da vueltas, hay barro, hay formas que van surgiendo, hay una mano que quiere dominar esa mezcla de materia y movimiento. El torno que da vueltas es el impulso que te ha llevado a ahondar en esa novela, y no en otra, así como la necesidad de dar forma a ese impulso. Puede ser algo descolocado que hay dentro de ti y que no sabes en qué consiste, puede ser una nostalgia, puede ser un dolor, puede ser un anhelo, una sospecha, una hipótesis que no sabes de dónde ha venido (Borges decía que las hipótesis, a diferencia de la realidad, tienen la obligación de ser interesantes). Algo fuerte que poco a poco se va llenando de barro, y pasa de ser una simple idea o intuición a ser un cuerpo que va creciendo en forma de páginas. ¿Cuál es el barro? El barro lo eligen bien los alfareros según el tipo de producto que quieren fabricar. En la escritura creo que el barro no se elige: uno lo lleva dentro, y uno se lo va encontrando. Cosas que pasaron, cosas que pasan, la relación entre unas y otras, el azar de una asociación mental, ese material infinito (o mejor, inabarcable) que la vida suministra y que te da la posibilidad de "imaginar" cosas concretas, sucesos, experiencias.

A veces el torno vence a la guía (al guión), y el cuerpo se ensancha; a veces la guía dirige y eleva la forma del barro. En ese manejo, influyen los tiempos. Me refiero a los tiempos del alma: épicos alguna noche, eficaces alguna mañana, contemplativos o activos, receptivos o asertivos, dubitativos o no.

También hace falta agua, para refrescar el barro y evitar que se endurezca y se convierta en definitivo y no maleable demasiado pronto. El cacharro se mira y se remira, uno imagina su evolución, una asa por acá, un adelgazamiento por acá, una ondulación, una inclinación a propósito, y es posible que el equilibrio imponga volver abajo a retocar un perfil.

Y llega el momento en que lo ves. Ves un objeto que antes no existía y ahora sí. Y entonces es hora de los pigmentos, de los fundidos, del color, de los calados, de los bordes, del punzón, y de mirarlo mientras se seca. Eso también se disfruta, si se está dispuesto a trabajarlo.

Torno, barro y mano. Materia y movimiento. Y tiempo: cuanta menos prisa, mejor.

8 Respuestas

  1. ¡OH!… Mon Dieu … ¿Por qué barro, y no madera?

    Hay literatos que escriben a machetazos y otros con sierras mecánicas y a una gran mayoría se le va la olla cociendo sopas de letras…

    ¡Para esos impulsos la quietud es, sin duda, lo más recomendable!…

    ¡Mon Dieu!… ¡un torno que da vueltas!… Impulso y necesidad… que en ningún caso los defines centrífugos sino centrípedos en constante inmersión hacia el interior del barro… más que torno alfarero me suena a batidora de nata con cacao de repostero de Telecinco…

    ¡Dar forma al barro!… metáfora más bíblica hay que buscarla en el Santo Sepulcro, y fuera del sarcófago la obligación de Borges viene siempre de lo real ya que …dicho en tono pascaliano; «el corazón desmiente siempre lo que predica el espíritu» …

    Pero con estos lodos fue Voltaire quien pronunció la incongruencia del barro divino –es decir su mala calidad alfarera–, diciendo del sumo alfarero que fue «un Dios que vino a consolar la humanidad, visitó la tierra y no la cambió» … (menudo chasco)

    Y, por si fuera poco, el mismo Leibniz describió el barro como un desorden eterno; un caos de desdichas, mezcla de sangre, humores (mala leche) y polvo…

    ¡Mon Dieu!… y ¿tu dices que llevas dentro ese barro?… ¡Menudo cacao bribón!…

    ¡Mon Dieu!… «El cacharro se mira» … si el barro es tuyo, la mano también y el impulso centrípeto… ¿Qué es el cacharro que miras?…

    ¿Un barro clónico de tu mismo barro?… o ¿acaso es un proceso secesionista de independización disruptiva; una rebelión alfarera?… ¡deberías llamar a Llarena!

    Ciertamente este proceso de parto por disociación nuclear debe consumir mucha agua…

    ¡El Tiempo!…

    Si materia (impulso, barro y mano) y movimiento (impulso) los reduces a estados mentales, la prisa no tiene sentido ya que todo reloj es un invento mecánico que emula un sentimiento de pulsión real del universo no mental.

    Y volviendo a Pascal «el corazón desmiente siempre lo que predica el espíritu»

    Ningún alfarero modula nada interesante solo manipula formas estéticas…

    ¡Cumple la condición de Borges!

    ¡¡¡Eppur si muove!!!

    ¿Por qué barro, y no madera?

  2. Qué malo eres, Miguel. Nos mandas a rodar por el materialismo dialéctico de Marx, que es la ciencia que estudia las relaciones entre la conciencia ( las manos del alfarero ) y el mundo material objetivo (el barro ), las leyes más generales del movimiento y desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y del conocimiento. La filosofía del marxismo se llama materialismo dialéctico porque constituye la unidad orgánica del materialismo ( el barro ) y la dialéctica (eldiario.es y el ABC). Es materialista porque parte del reconocimiento de la materia ( el barro , el salmorejo) como base única del mundo, considerando la conciencia como una propiedad de la material altamente organizada, como una función del cerebro, como un reflejo del mundo objetivo; es dialéctico porque reconoce la concatenación universal de los objetos y fenómenos del mundo, el movimiento y desarrollo de éste como resultado de contradicciones internas que actúan dentro de él.
     

  3. ¿Qué tal el sarcófago y su alfarero?

    Espero que tenga aire acondicionado pues se prevé aumento de temperatura, y el barro sin agua en polvo se convierte…

    Yo debajo del olivo vivo del aire que me instruye siempre con noticias y otras viandas espirituosas y espirituales. El barro lo dejo para la lluvia y lo sorteo por el camino porque me gusta andar junto al espíritu de Machado; ¡gran muchacho Antonio!…

    Para los que habitamos la intemperie y andamos ligeritos de equipajes –sin vitrinas ni hierros justicieros–, la Luna nos dice que nuestras noches son del siglo XXI y nuestros sueños han de buscar la luz de un sol que de luz a las aguas cristalinas, sin plásticos, ni engaños oscuros, ni tampoco lobos que se comen, o ajustician, a las ovejas…

    El barro es ya tan arcaico que ni siquiera sirve para polvo axiológico. La nula transparencia del barro solo permite apelar a la farándula del engaño; la fábula del flautista que entretiene a todo el victimario con los cuentos de caperucita mientras lobo y abuela pactan el reparto del botín.

    La metáfora del bribón; ¡gran nombre ese para un chucho doméstico!… ¿por qué bribón?…

    En la era del big data el éxtasis del barro es como resucitar el dengue de las fiebres espirituales de Santa Teresa rememorando al pilar de sal de la mujer de lot saliendo de Sodoma.

    Es una tenebrosa visión de sarcófago drakulino mal orientado con suscripción pirata a netflix en sesión matinal viendo la película de George Orwell en versión china subtitulada…

    La buena literatura se diferencia de la mala jurisprudencia en el corazón. Sin corazón no hay literatura, sólo hay el barro donde el dengue pone sus huevos…

    El corazón no es convicción, es la herramienta que modeliza nuestro sentido común libre de injusticias de conveniencia; sin estatuas de sal, ni hierros justicieros.

    El corazón es el oxígeno.

    El pájaro amaestrado sueña con volar, el libre ¡vuela!…

    Eppur si muove

  4. Hola de nuevo… te veo muy solo y yo estoy de vacaciones permanentes a la sombra de mi olivo y como el tiempo es fresco, refresco experiencias…

    La última «breaking news» de los 750 jueces avispados me recuerda que comparar a los demagogos actuales con los del régimen del Valle de los Caídos es, sin duda, una mala idea en el contexto del Código Penal vigente.

    Sólo crearía un alarmismo trivial sobre los horrores de la vitrina del TSJA distrayendo la atención sobre nuestros propios problemas políticos y jurídicos en un Estado en permanente disolución.

    Sin embargo, subsiste una pregunta; ¿en qué momento nuestra débil democracia está realmente en peligro?

    Según leo en EL MUNDO, parece que para 750 jueces aquello que llaman “presión social” es la línea roja que reclama el riguroso sometimiento del pueblo español a las virtudes inmaculadas del sacrificado independentismo de la toga soberana… ¡Nosotros o el caos! es la cuestión… y no hay alternativa… ¡dicen!.

    En mi lejana opinión parece que la confusión conceptual entre independencia e impunidad con ausencia de responsabilidad es mayestática en estos 750 no-ilustrados jardineros del Valle de la Sana Crítica a la sombra de la gran cruz de los caídos.

    Resulta curioso que lo que hace más de 40 años era inimaginable (un pueblo irritado por una sentencia impresentable) se ha vuelto hoy un asunto cotidiano de manifiesta desconfianza en el poder más oscuro de la galaxia del 78; los togados imperiales al mando del temible CGPJ y su satélite andaluz de la vitrina… «los Darth Ones» …

    750 Darth Ones del país de los spaniards parece que han emitido un misterioso mensaje de SOS a la nave nodriza denominada “Consejo Consultivo de Jueces Europeos,” CCJE, ante lo que llaman “presión social” del «pueblo enemigo» por indignarse hasta la médula por la sentencia del caso LA MANADA, … según informa hoy EL MUNDO.

    Los 750 Darth Ones parece que denuncian la «gravísima amenaza que se ha alzado contra la independencia judicial en España» … calificando la “presión social” de «linchamiento público» … ante lo que aseguran sentirse «completamente desprotegidos ante las interferencias de los poderes Ejecutivo y Legislativo en la función judicial»… ¡Manda huevos; qué peligro!

    Cierto que hay muchos modos de enterrar la cabeza en la arena o de no levantarla del santo sarcófago del Valle de la Sana Crítica de los Caídos.

    Puede que el conocimiento de la historia nos recuerde ciertas pautas de conducta que abrieron paso a la tiranía mediante ataques a la justicia independiente. Pero la memoria histórica, a menudo mezclada con el mito, también puede impedir leer los signos del presente y los clamores irreductibles de cambio.

    Los mindunguis del pueblo ya sabemos que el futuro no puede cambiar el pasado, pero si conocemos que el Futuro puede sepultar al pasado rectificando el presente.

    Pero los 750 ignorantes seculares sólo saben que el mal-pasado si que puede impedir el futuro sobreviviendo el presente. Y eso es lo que piden los 750 des-cerebrados del Darth One; que el CCJE someta el presente al imperio del mal-pasado…

    ¿Conservadurismo o tiranía?…

    Va a ser divertido ver qué responde la nave nodriza del CCJE…

    Mientras tanto aguardaremos con interés el día de la limpieza del Valle de la Sana Crítica de los Caídos. El día –ya próximo–, cuando saquen del Santo Sepulcro de Madrid los restos del Darth Vader hispánico y vayan saliendo los Darth Ones zoombies convertidos en asustaviejas de carnaval…

    Ese día marcará, sin duda, el principio del fin del 78… y quizás, también, el principio del comienzo del futuro de los spaniards…

    La incapacidad humana para leer los signos del presente y ver lo que vendrá es un barro muy moldeado por los alfareros de la literatura. Recuerdo ahora “HISTORIA DE UN ALEMÁN,” un libro de memorias que Sebastian Haffner escribió en 1939, un año después de irse de su Alemania natal.

    Haffner (futuro periodista y escritor) era un estudiante de leyes que presenció cómo la dictadura nazi fue volviéndose un régimen letal, gradualmente…

    Vio a sus compañeros de estudios (ninguno de los cuales era nazi) aceptar cada paso sucesivo (las leyes raciales, la derogación de la constitución, etc.) por el solo hecho de ir expresado en términos legales.

    Regresando al presente; la ciudadanía tiene claro que el cuento del Poder Judicial como sagrario de virtudes ya es infumable en España; es tan arcaico como el cuento de caperucita.

    Es un mal cuento porque una simple lavadora tiene más garantías que un largo procedimiento judicial que carece de garantías de calidad, no tiene libro de reclamaciones, y desconoce norma alguna de equidad, justicia y sentido común. etc, etc.

    Los compi-yogui del Darth One no prevarican porque varican a caballo; antes, después y en medio del Horse Jumping. Y hasta Urdangarín ha empezado ya a cabrearse después de 14 días en la suite real… Y no digamos Villarejo soltando bombas de alcoba principesca… ¡¡¡La cosa promete!!!

    En la nave imperial del CGPJ-TC nadie sabe qué es un derecho fundamental, pero todos hablan de él como si lo supieran sólo ellos. No encuentras un principio; encuentras cienes y cienes de principios y si no le gusta al Anakin Skywalker de turno (o presidente de las naves autonómicas) los Onesindependientes tienen siempre otro sucinto; sea rebelión, abuso o lo que convenga…

    Esto es alfarería china de punto fino

    Pura literatura de los Estados mentales

    Borges diría que muy interesantes…

  5. De nuevo quiero mostrar en tu alfarería mi perplejidad ante la maldición de Plaza Nueva de Granada.

    Puede ocurrir que sea más entendedora la interpretación del barro de nuestro Poder Judicial realizada por los justiciables que la que suelen perpetrar demasiados juristas y profesionales del ramo, no gran cosa más que la voz de su nómina excediéndose con el ditirambo constitucionalista.

    Por añadidura los justiciables acostumbran a ser más competentes para describir situaciones colectivas, ambientes, anhelos o usos de la gente, basados en la incomprensión ante los diferentes de una administración infecta del complejo de superioridad de autoridades palurdas que tienen al resto de la humanidad por inferiores en la más pura tradición de los conquistadores de 1942 de las Américas.

    Es el mal de Plaza Nueva en Granada. La arrogancia de una Chancillería medieval que reina sobre los juzgados de Andalucía para someter al orden de «los unos» a los indios que le quedan tras siglos de fracasos de un poder soberbiamente patán, ignorante, entre mucho, de la senda abierta por Vitoria, Vasco de Quiroga y el sevillano fraile Bartolomé de las Casas, entre otros, que ya en 1542 ensayaron entender el por qué de la diversidad humana –el por qué de «los otros y otras»–, abriendo la variante latina del relativísmo cultural.

    Noche de pasiones tristes que se cierne sobre Granada; de miedo y terror. Cienes de grillos trajeron antier a mi olivo este quejío de esperanza de Juana que dejo ahora en tu balcón para tu silencio y memoria.

    La esperanza es tan legítima como el sueño de emancipación, y desde hace mucho tiempo, el mundo posee el sueño de una cosa de la que tan sólo le falta tener la conciencia para poseerla realmente. No lo digo yo. Son palabras de septiembre de 1843 del joven Marx a Arnold Ruge.

    “CARTA ABIERTA A LOS MEDIOS: JUANA RIVAS”
    http://www.publico.es/pages/carta-abierta-juana-rivas.html

    Soy Juana Rivas y soy consciente de lo difícil que es trasmitir en minutos de entrevistas todo lo que me viene ocurriendo y lo que eso dificulta la comprensión de mi caso.

    Por eso me veo en la necesidad de haceros llegar esta carta; este pequeño relato para todas aquellas personas que quieran acercarse a mi realidad.

    Como ya es de todos conocido, el padre de mis hijos fue condenado en 2009 por malos tratos contra mí.

    Después de cuatro años de separación volví con él.

    Muchos se han preguntado por qué lo hice, e incluso han utilizado este hecho para desacreditar mi realidad como víctima.

    Sólo os puedo decir que, junto a mi precaria situación económica, tristemente caí nuevamente en sus redes y le creí cuando me dijo que había cambiado.

    Y le di una nueva oportunidad pensando, equivocadamente (ahora lo sé) que era lo mejor para mi hijo, poder criarse con su padre y su madre juntos.

    Pero nada más lejos de la realidad; una vez en la pequeña isla de San Pietro en Italia, en una casa aislada en el campo, a 8 kilómetros del único pueblo, Carloforte, y nuevamente embarazada, vuelve la violencia.

    De este intento de nueva convivencia sólo saqué una cosa extraordinaria: mi hijo Daniel.

    Él actuaba a sus anchas, sin testigos (sólo mis hijos pequeños), ni gente que nos ayudara (allí está muy mal visto hablar de estas cosas).

    Este hombre me ha hecho pasar los momentos más aterradores de mi vida; vivía en continua tensión y sufría muchísimo…, mis hijos, sobre todo el mayor, han sufrido y presenciado muchascosas, …, y terriblemente, a día de hoy las siguen sufriendo.

    No pudiendo soportarlo más, saqué las pocas fuerzas que me quedaban y el día 18 mayo de 2016, después de una noche muy dura, regresé a España con mis hijos, con la intención de no volver más a esa situación.

    Llegué enferma y cuando me encontré físicamente algo recuperada, el 9 de junio de2016, acudí a pedir ayuda al Centro de la Mujer de mi municipio, Maracena.

    Nunca podré agradecer suficientemente a sus técnicas el apoyo que desde aquel día me han dado y me vienen dando.

    Se han tenido que enfrentar a situaciones muy difíciles y me consta que han hecho y siguen haciendo lo posible e imposible para que mi situación y la de mis hijos, como víctimas de violencia de género, sea tenida en cuenta y se apliquen las leyes que existen para casos como el mío, y que no se están aplicando.

    Cuando el 12 de julio de 2016 decido interponer denuncia contra Francesco Arcuri por malos tratos físicos y psicológicos habituales, pensé que era el principio del fin de mi pesadilla y la de mis hijos, …
    Pensé, desde mi ingenuidad, que, con contar mi dura realidad, sería suficiente para que nos protegieran.

    Quería que mis hijos no tuvieran que rememorar el terrible escenario del que habíamos salido huyendo, quería ofrecerles una nueva vida, una vida digna de ser vivida.

    Sé que puede resultar difícil ponerse en mi lugar para quienes no han vivido ni estado cerca de una experiencia de maltrato como la que yo he vivido y sigo viviendo.

    Yo os prometo que a veces trato de ponerme en el vuestro y trato de entender por qué algunos de vosotros y vosotras opináis de mí como lo hacéis, pero aún así me cuesta trabajo comprender cómo, sin conocerme, sin conocer mi vida, se habla de mi de la forma que se hace.

    Cuando el día 20 de Julio de 2016, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 2 de Granada dijo que si quería denunciar a mi expareja tenía que volverme a Italia, para mí fue algo incomprensible y sentí mucha frustración e impotencia.

    Después supe que se me había cerrado una puerta fundamental con una resolución contraria a lo obligado por el Estatuto de la Víctima, porque lo que tenía que haberse hecho era aceptar mi denuncia y mandarla con urgencia a Italia, con todos los antecedentes, para que allí se iniciara un procedimiento sobre esos malos tratos.

    Sólo meses después y gracias a la queja que presentó ante la Fiscalía General del Estado la asesora jurídica del Centro de la Mujer de Maracena, Francisca Granados, se “activó” de nuevo mi denuncia, pero aún así, la Administración tardo más de un año en enviarla a Italia, donde se encuentra desde Noviembre de 2.017, pero donde sigue inexplicablemente sin tramitarse y así el día 18 de julio, en el juicio por el que se me piden 5 años de cárcel y hasta 8 años sin ver a mis hijos, el abogado de Francesco Arcuri se jactó de que no se está tramitando en los juzgados italianos.

    Y para mi desgracia y la de mis hijos, es verdad.

    Mientras tanto, Arcuri cumplía su amenaza de quitarme a mis hijos y para ello se ha servido de una Administración y unos Juzgados españoles que no han querido saber hasta ahora de nuestra realidad como víctimas de violencia de género, más aún, incluso sabiéndolo a través de la sentencia condenatoria por ese motivo de 2.009, de la denuncia en 2.016 respecto de la violencia sufrida en Italia, y de los Informes Psicológicos acreditativos de la violencia sufrida emitidos por profesionales al servicio de la Administración Pública, no han sabido o no han querido aplicar las normas españolas y el Convenio de Estambul que dice que no se pueden tomar decisiones sobre con quien pueden estar unos hijos sin tener en cuenta esa violencia de género.

    Y que incluso, cuando se les ha informado (con informes de profesionales acreditados) de que mis hijos también eran maltratados por su padre, han puesto por encima los intereses de su padre y hecho caso omiso a eso que dicen que es sagrado: “el interés superior de los menores”.

    Y yo me pregunto: ¿Dónde está el interés superior de mis hijos? ¿Dónde están los derechos de mis hijos?

    Mi hijo mayor, que ya tiene 12 años, lleva un año pidiendo que se le escuche por un Juez, o por un equipo especializado; sin embargo, no se ha atendido su petición, por no decir su suplica desesperada.

    Ya “se le oyó” en diciembre de 2.016 –dicen-, ¿paraqué oírlo otra vez?

    A quienes se llenan la boca diciendo que me tienen que castigar porque no he cumplido la ley, yo les digo que siempre he respetado la ley, pero que me expliquen si existe alguna ley que diga que a una mujer que huye del maltrato y presenta una denuncia para que el Estado la proteja a ella y a su hijos, se la pueda tener más dedos años sin siquiera investigar si lo que dice es verdad y mientras tanto, a todo lo que solicita el que es denunciado por el maltrato, con antecedentes ya sentenciados, se le dé prioridad.

    Mis hijos nunca debieron ser entregados a su padre sin haberse investigado la causa de mi huida y la violencia que sufrimos.

    Sé que, desde hace ya algunos años, las Leyes están de mi parte y de todas las víctimas de la violencia de género que, como yo, queremos una vida digna de ser vivida para nosotras y para nuestros hijos.

    El problema, el gravísimo problema es la aplicación de esas leyes.

    Sólo pido que se apliquen en la realidad diaria de Juana Rivas y de tantas Juana Rivas como hay en España y en Italia.

    Sólo así las víctimas dejaremos de serlo.

    Maracena (Granada), 21 de julio de 2018

    Juana Rivas Gómez

  6. Más que barro algunos entierran la esperanza con chapapote infecto

    Santo Sepulcro de Granada

    ¡Mulgere hircum!

    Dia triste para la literatura

  7. Cuentan que dos alfareros muy disímiles se encontraron en torno a una hoguera en la que se ajusticiaba a una mamá en Graná, provincia de la cristiana Susana. Era la noche cuando la luna se puso colorá, sin precisar si por eclipse racional, o por algún gas irracional tóxico proveniente del Santo Sepulcro de Graná.

    Dicen las crónicas que la mamá, bien apaleada y con las carnes blandas, se puso a punto del gas butano justiciero cuando una soflama le quemó la esperanza terminando el primer acto del circo del gran ogrosapiens.

    Indefensa y bien acompañada sollozaba sus penas como única heredera de neandertalis frente a este irracional hispánico desprendido del árbol genealógico que explicó en su día el naturalista inglés Charles Robert Darwin (Shrewsbury, 12 de febrero de 1809 – Down House, 19 de abril de 1882).

    Dicen los biólogos que los ogrosapiens son rama caida del árbol del Valle del mismo nombre, y que tienen las dos cadenas de ADN atadas y bien atadas en tallo de convicciones que parecen nuevas, pero con hipoteca vitalicia en calle Jurásico nº 36.

    Como dato al margen de la taxonomía del inglés, cuentan los homínidos recalcitrantes que el ogrosapiens tiene ascendencia en los homo ergaster, un homínido extinto propio de África que se estima vivió entre 1,9 y 1,4 millones de años en el Calabriense (Pleistoceno medio).

    Modernos politólogos defienden, además, la tesis de que los homo ergastes pudieron extinguirse por un exceso de mala leche soberana mal digerida. Tesis que, si bien no corroboran todavía los antropólogos de Atapuerca, sí que parece que confirma recientes investigaciones de la universidad de Milwaukee en Wisconsin, en el medio oeste, al lado del lago Michigan, USA.

    Algunos neurólogos afirman también que el cerebro del ogrosapiens se modula como un torno de alfarero que ininterrumpidamente amasa retorcidas vasijas de culto a la memoria del garrote como elemento distintivo de la eternidad del Santo Sepulcro.

    Dicen que sus neuronas se articulan como barros de culto teológico que permanentemente amasan ladrillos que luego trepanan en los cerebros de los homínidos católicos como dique de contención contra la sucesión de los instantes impermanentes del budismo o el ukiyo o mundo flotante japonés.

    Así pues afirman constantemente que un plato es un plato y un hombre es un hombre, siendo la mujer costilla del hombre. Y si no se comprende malos tratos, no hay malos tratos. ¡Fin de la cita!

    Cuenta el otro alfarero que el ogrosapiens defendiendo al homínido papá mandó a la mamá a la hoguera por 5 años, dejando huérfanos a los vástagos que aprenderán la lección de que un padre es un padre y el ogro es el ogro.

    Colorín colorado el eclipse de luna ha terminado.

    ¡Mulgere hircum!

    ¡Esto es un cachondeo!

  8. Qué bonito, Miguel…

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