Miguel Pasquau

Es peligroso asomarse

El amor romántico…
14Feb
"¿Qué podría reprochársele al conde de París por su empeño en separar...
¿Y si Maquiavelo estuviese asesorando a Sánchez?
10Feb
El anuncio de conversaciones entre el Gobierno, los partidos y la Generalitat...
Misericordia y miserofobia en Twitter.
2Feb
Twitter puede servir para pasar un rato charlando de cosas inimaginables. Por...
La “vía eslovena” en Venezuela.
28Ene
La operación Guaidó es una maniobra revolucionaria, esperemos que incruenta. Así se...
La familia bien, gracias.
17Ene
Vivo casado (por la Iglesia) con una mujer y tengo tres hijos...
Yulen, el pozo.
15Ene
El niño está muerto: ese es el pronóstico. Muerto en un pozo,...
Los pájaros no saben pedir ayuda.
29Dic
Uno de los dos agapornis ("inseparables", los llaman) que viven en...

- “Podría disparar la verdad a bocajarro, con una frase certera y definitiva, pero he decidido contarla poco a poco, paso a paso, tal y como yo mismo la he vivido”. Son palabras de Marcos Fortuño, quizás el mejor novelista español contemporáneo, además de intelectual influyente por sus opiniones sobre política y moral pública, que se recluye un verano en “Casa Luna” con la intención de escribir esta novela.

- Carlota Omedes, su editora, acaba de morir. Poco antes, Marcos Fortuño tiene por fin acceso a una sorprendente y luminosa revelación concienzudamente ocultada durante muchos años...